A partir del 25 de mayo, entrará en vigor la nueva ley de protección de datos 2018, RGPD. Sustituyendo a la Ley Orgánica de Protección de Datos, LOPD, vigente desde 1999. Ofrecerá mucho más control al usuario de cara a la protección su información personal. Las empresas que no cumplan con los nuevos requisitos tendrán que hacer frente a sanciones elevadas de hasta el 4% de su facturación anual o 20 millones de euros.

Facebook, ya se ha adelantado y ha empezado a pedir a los usuarios de Europa y Canadá, un consentimiento más explícito sobre algunas funciones como el reconocimiento facial.

La nueva ley de Protección de Datos a nivel usuario

¿Por qué es tan importante la nueva ley de Protección de datos 2018 para el usuario? Los usuarios son cada vez más conscientes que ofrecer datos personales a alguna web o red social, puede ser un auténtico peligro. El desarrollo tecnológico y el descomedido uso de internet, hace posible que datos inofensivos, como el número de teléfono, la localización de la vivienda por GPS, compras online…, se conviertan en auténticos objetos de deseo. Incluso de mayor valor que el petróleo.

Muchas empresas han conseguido beneficios económicos, vendiendo datos de usuarios, gracias a la información que se puede obtener de ellos. Como ocurrió en el último caso más escandaloso de Facebook. Se robó la información de más de 270.000 personas para favorecer la campaña de Donald Trump. Afortunadamente, la nueva ley de protección de datos ayudará al consumidor a tener mayor control sobre sus datos. Será más difícil que puedan repetirse casos como este. Se modificarán las condiciones de servicio, de uso y la política de cookies. Aunque según los expertos la clave está en la introducción del derecho al olvido. El usuario podrá solicitar que sus datos sean suprimidos cuando ya no sean necesarios.

Diferencias entre la nueva RGPD y LOPD

La principal diferencia entre ambas normativas reside en la mayor protección de la información que proporcionen los usuarios. Aplicándose una privacidad más elevada. La utilización de datos personales deberá ser más clara, transparente y concisa. Debiéndose informar correctamente sobre los plazos de conservación, el derecho a retirar en cualquier momento el consentimiento para su uso, derecho al olvido…etc. Con la nueva ley de protección de datos, el usuario podrá decidir qué datos pueden utilizar o no de formas directa en cualquier momento.

Esta nueva legislación obliga a que exista un mayor compromiso por parte de las empresas a no incurrir en malas prácticas. Y aunque esta nueva ley no obliga a registrar los ficheros de datos personales ante una autoridad de control competente, se deberá llevar un registro sobre su uso. Aparecen también dos nuevos conceptos en este nuevo reglamento, la responsabilidad proactiva y el delegado de protección.

Ambos elementos se han creado para ofrecer una capa extra de protección. Se ha demostrado que las sanciones no siempre han podido subsanar adecuadamente los perjuicios causados. Mediante la responsabilidad proactiva, se inculcará a las empresas a ser más activas a crear medidas para adecuarse a la nueva ley de protección de datos. Por su parte, la figura del Delegado de Protección será importante para relación más transparente y directa con la Agencia Española de Protección de Datos. Aunque no será siempre obligatoria su existencia.