Usar videocámaras según el RGPD

¿Cómo afecta el RGPD a las cámaras de videovigilancia? La nueva normativa sobre la protección de datos también establece pautas para usar videocámaras según el RGPD. Captar la imagen de una persona también conlleva a una serie de obligaciones relacionadas con la protección de datos. Sobre todo, si consigue una identificación clara. Recientemente, la AEPD ha publicado una guía para explicar de forma detallada los supuestos legales, excepciones y posibles sanciones.

Estas son las claves más importantes de la nueva guía sobre las videocámaras y el RGPD. Se ha desplazado la Ley Orgánica 15/1999 de 13 de diciembre. Esto conlleva a una elevación de exigencias tanto para la instalación como para el uso de cámaras de videovigilancia. Las empresas deberán realizar un esfuerzo para adaptarse a las nuevas medidas de seguridad y control. Además, también se menciona el uso de cámaras “on board” o drones, en los mismos términos.

5 claves para usar videocámaras según el RGPD

• Principio de proporcionalidad: Su utilización debe estar regida por la idoneidad y la intervención mínima. Debe existir una ponderación entre la finalidad y la posible afectación sobre el derecho al honor, a la propia imagen y a la intimidad. Se prohíbe tomar sonidos, excepto en casos de riesgo concreto y preciso.
• Limitación del plazo de conservación: Las grabaciones deben ser destruidas en un plazo de un mes como máximo. Salvo en casos de infracciones penales o administrativas graves o muy graves. También ante una investigación policial, procedimiento judicial o administrativo abierto.
• Integridad y seguridad: Los datos personales deberán ser tratados con todas las garantías de seguridad contra el tratamiento no autorizado o ilícito. La información de las grabaciones debe registrarse de forma segura y encriptada. Será obligatorio contratar a una empresa de seguridad autorizada si se tiene que intervenir activamente en la relación de las personas identificables. Como ocurre en la gestión de centrales de recepción de alarmas.
• Responsabilidad proactiva: Se debe demostrar responsabilidad activa, al tratar los datos de videocámaras para cumplir la normativa del RGPD. Será necesario elaborar un registro, indicar mediante un cartel la existencia de videocámaras y adoptar medidas de seguridad de forma activa. Será obligatorio realizar notificaciones a la AEPD en un plazo máximo de 72 horas ante una incidencia grabe.
• Derechos del interesado. Los implicados podrán solicitar una copia si aparecen en las grabaciones en un plazo de 30 días. Recuerda que no es necesario el consentimiento de personas para captar imágenes mediante sistemas de videovigilancia. Existen seis bases legítimas a elegir a la hora de utilizar videovigilancia: consentimiento, contrato, obligación legal, interés vital o público e interés legítimo del responsable.

Casos donde no es aplicable la RGPD

Existen varios supuestos que legitiman usar videocámaras según el RGPD para el tratamiento de datos de carácter personal. Puede consultarse el artículo 6, que alude a esta excepción para el cumplimiento de misiones de interés público. Pero también hay otros casos más habituales donde tampoco es aplicable:

• Tratamiento de imágenes para actividades exclusivamente personales o domésticas. En cuanto al uso de videoporteros o mirillas digitales, no se aplicará esta excepción si se utiliza las imágenes para fines comerciales.
• Tratamiento de imágenes por medios de comunicación. Según el ejercicio del derecho a la libertad de expresión e información del artículo 20 de la Constitución Española. Si un particular se considera lesionado por una publicación de imágenes, tendría que acudir a la vida judicial, en amparo de la Ley Orgánica 1/1982 de 5 de mayo.
• El uso de cámaras simuladas ya que no existe un tratamiento de datos personales de personas físicas.
• En la promoción turística y finalidades relacionadas con la difusión de imágenes para promoción en internet. Cuando la captación de imágenes no afecte a personas identificadas o identificables.